LOS CHARRUAS DE PICERNO. CARTA DE JUAN CATALÁ Y CODINA AL MINISTRO DE GOBIERNO G.A. PEREYRA, DE FECHA 15/12/1830. UNA CURIOSÍSIMA COINCIDENCIA.
De los estudios documentales sobre antecedentes propiciatorios del genocidio de los charrúas, hemos encontrado una carta muy curiosa de José Catalá y Codina, un español radicado en Paysandú, que trabajaba con una embarcación cruzando a Entre Ríos como transportista.
Con fecha 15 diciembre 1830 envía una carta al Ministro de Gobierno Pereira, designado por Rivera, quejándose de los charrúas que albergan malhechores, y recomendando una estrategia para exterminarlos (a los charrúas solamente)., Curiosamente, Rivera parece haberse enterado de dicha estrategia, porque es la que utiliza puntualmente para tender la trampa mortal a los charrúas en Salsipuedes, con todo el misterio y el secreto de que nadie , ni los oficiales, conozcan que deberán derramar la sangre charrua, hasta el mismo día de la ejecución, el 31 abril 1831. Lo publicaremos seguidamente.
(A sugerencia del INDOCHA -Instituto Uruguayo de investigaciones documentales charrúas).
Transcripción de foja 2 del manuscrito (ver foto). (lo importante es lo que dice en el punto 4º).
“[…]
/ a todos los que piensan y hablan de diferentes maneras que ella; media docena de hombres enemigos acérrimos e implacables del Gral. Rivera. ¿Y será posible que no se cambien estos destinos, o que no se pongan en manos de hombres idóneos y amigos?
Todos estos males y las desgracias que acontecen a los habitantes y transeúntes de esta campaña se remedian 1º estacionando en este Departamento una fuerza de 150 hombres de Caballería que persiga hasta exterminar a los malvados y cuadreros, dando protección decidida a las propiedades y a las haciendas- 2º fijando aquí la residencia de un justo y severo Juez de 1ª instancia que substancie las causas criminales semimilitarmente, y que las haga ejecutar a la plaza de Paysandú- 3º un Jefe político (si es que sigue el actual sistema de policía) activo, interesado en el orden y progresos de este departamento y decididamente adicto al actual orden cosas.
4º siendo como es notorio que entre ese puñado de Charrúas se han abrigado un número considerable de asesinos y ladrones, y que estos son los motores y factores de las incursiones, robos y asesinatos que se cometen bajo el nombre de Charrúas, que el Gobierno pida en Sesión secreta a las Cámaras autorización para concluir a los Charrúas, o que lo haga con su propia autorización porque a él le está cometido la tranquilidad interior del Estado; y que este golpe sea dado con tanto secreto que nadie lo trasluzca ni aún los mismos que van a ejecutarlo, sino en el mismo momento de darlo. Es este golpe tan necesario al fomento de la ganadería, que no obstante el gran aumento del [falta texto] dos terceras partes de este Departamento [falta texto] poblarse, por la sola causa de [falta texto] expresados indios.”
Tomado del libro “El Genocidio de la Población Charrúa”
Editado por la Biblioteca Nacional y la colaboración de INDOCHA, Instituto Uruguayo de Investigaciones Documentales Charrúas.
Comentario del autor: Este documento, fundamentalmente en el punto 4º, con una anticipación de varios meses, está aconsejando o anticipando la estrategia que seguirá Rivera para concluir a los charrúas.
Por ejemplo: que lo haga sin autorización del Parlamento y que ese golpe sea dado con tanto secreto que nadie lo trasluzca, ni aún los mismos que van a ejecutarlo, sino en el mismo momento de darlo.
Recordemos el caso del oficial Maximiliano Obes (el hijo de Lucas Obes), en su carta a su amigo, quien refiere que sale integrando el ejército del Presidente Rivera, pero no sabe cual es la misión a cumplir ni donde. Y luego en tono de broma le dice “así es la vida del militar, cumplimos órdenes pero nunca sabemos anticipadamente cual es la misión a cumplir”.
También la carta que escribe Rivera a Espinosa el 28 de marzo de 1831, le dice que tiene todo pronto para la operación con los charrúas, y a pesar de ser su íntimo amigo, protector, consejero, y Senador de la República, no le dice ni el lugar, ni la fecha, ni que es lo que piensa hacer con los charrúas. En conclusión, parecería que la idea de Catalá y Codina hubiera llegado a Rivera por vías del Ministro Pereira para ponerla en práctica textualmente. De lo contrario sería una casualidad debida al azar, casi increíble, que coincidieran ambas estrategias.
Debemos resaltar además que Catalá menciona que se cometen robos y asesinatos bajo el nombre de charrúas, y que los autores serían asesinos y ladrones que se han abrigado en las propias tolderías charrúas, pero no charrúas. Pero que igual hay que destruir a los charrúas, como hizo Rivera.
Fuente: documentación tomada del investigador Lic. Eduardo Picerno, que su vez lo ha publicado en el libro “El genocidio d e la población charrúa” Editado por Biblioteca Nacional, año 2008.
Eduardo Picerno García “Yo puse que fue una coincidencia, porque algo conozco de la forma de actuar d e Rivera, y creo que él siempre quería tener la exclusividad de la idea y la ejecución. Quería que nadie le aportara nada, que su obra fuera la que se la reconocieran a él y recibir solo él los aplausos.. Asi fue cuando tomó a puntapies al Gral. Garzón porque quería intervenir y dar una estrategia para el genocidio de los charrúas. De todos modos cabe una posibilidad de que el Ministro Pereira le mostrara la carta de Catalá y Rivera si nadie mas sabía de esa carta, llevara a cabo la planificación que alli aconseja el español Catalá y Codina. Además éste mas adelante pide dinero para arreglar su barca, etc y para otras cosas. Quizás pudiera querer cobrarse ese favor y “entendía que su carta había sido fundamental en lo que el hizo el Presidente”, pero solo es una probabilidad. Nunca se sabrá si su carta fue vista por Rivera o todo fue una coincidencia”.