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La fabricación del tambor en Rivera para el Uruguay

LA MESA DE LA RIVERA (2019) Programa emitido el 31 de Mayo para VOCACION FM. 

El programa  «La Mesa de la Rivera», conducido por Darío Díaz Ribeiro, Laco Dos Santos y Eduardo Mérica, tiene un espacio especial y semanal para los afrodescendientes de la ciudad de Rivera, que comanda José Martínez Antunes, integrante de la denominada actividad de Afro Independiente y el profesor Lucio Branca del Movimiento Social Demócrata Lista 38, que es una de las opciones dentro del Espacio Abierto de Rivera, que vuelven a reiterar su presencia en la radio. Para contarnos sus experiencias…

«La producción de «La Mesa de la Rivera» en su etapa inicial es el único programa con entrevistas a políticos de Uruguay. Si bien se emite por primera vez en Mayo de 2019, es un programa distinto y único en el dial de la Rivera. Por ejemplo, Darío Díaz utiliza recursos comunicativos como dirigirse a «Doña Rosa»,  un arquetipo del ama de casa del interior, o frases que atrapan al oyente y al no oyente habitual…En La Mesa de la Rivera confluye el periodismo de investigación, las expresiones artísticas, los deportes, las entrevistas a personalidades de la cultura nacional y la mejor música.

TOCAMOS CON LOS AFROS

Los afro-uruguayos no han tenido, hasta la fecha, en el plano internacional los honores de ser considerados como corresponde.
En primer lugar por razones cuantitativas. Se trata de un pequeño sector de país pequeño, (hoy solamente 50.000 individuos en una sociedad de 2.600.000 uruguayos). Es explicable que los Alfred Métraux, Roger Bastide, Melville J. Herkovitz, Arthur Helps y otros famosos especialistas mundiales estudiaran sociedades más nutridas como la afro-brasileña, o la antillana, en sus variedades haitiana o cubana.

Los mismos estudiosos uruguayos, que no han sido tan precoces como José de Saco (1893), Mina Rodrigues (1896), Fernando Ortiz (1906) o Jean-Price Mars (1927), han tenido, y tienen, dificultades para el estudio de un grupo humano que si fue relativamente importante hasta 1811, se caracteriza por ser el primer sector afro-americano incorporado a una sociedad clasista latino-americana, hace más de un siglo. Sin embargo se puede afirmar que el Uruguay no sería lo que es, es decir una comunidad latino-americana original, (a pesar de su pequeñez y de estar rodeada de los dos pueblos más importantes de América del Sur), sin la presencia del grupo negroide, y que su estudio es de interés continental. En efecto, muestra precozmente las capacidades de integración social, y al mismo tiempo de originalidad cultural, que son comunes a toda Afro-América, con la singularidad de que su actuación histórica se cumple en un país extraño al área del Africa Mulata.

Para éste, como para tantos otros temas de nuestra América Latina, ha llegado el momento de verles a la luz de nuestra historia, y con el aporte combinado de las diversas ciencias sociales.

Aunque los países que componen la llamada América Latina han sido colonizados y organizados económicamente, e incluso administrativamente, durante la época capitalista, que se caracteriza por una sociedad clasista abierta, sin embargo, de una manera anacrónica, han subsistido hasta hoy regiones donde la estructura social corresponde al sistema de casta, o guarda todavía hondamente las características de las mismas.

En las zonas de poblamiento indio, así lo han señalado para Guatemala contemporánea — siguiendo las ideas de J. Dollard — los antropólogos y sociólogos norteamericanos (‘), y se ha podido afirmar que países andinos como Perú y Bolivia viven recién desde fecha tan reciente como 1943 la crisis de su sistema de castas (2).
Asimismo en las zonas de poblamiento africano el tránsito de la sociedad de castas a la nueva sociedad de clases abierta, ha sido igualmente reciente y ningún caso es tan ilustrativo y bien estudiado como el de Brasil. De acuerdo a las tesis que proporcionan Roger Bastide y Florestán Fernandes, la abolición de la esclavitud en el Brasil en 1889 no termina definitivamente el sistema de castas, o por lo menos éste « no había desaparecido para ser reemplazado por un nuevo régimen de clases. Recién hoy {años 50 del siglo XX, N.
del A.), el negro está en camino de incorporarse al régimen capitalista de clases ». Recién hoy « el negro ha encontrado una actividad funcional en la sociedad de clases que constituye nuestro régimen social actual. Las dos guerras, la del 14, pero sobretodo la última; la primera disminuyendo la inmigración europea, la segunda cortándola casi completamente, han hecho mucho, para su incorporación en la nueva estructura social » (3) .

A nuestro parecer el sistema de castas colonial, en la zona en que está actualmente el Uruguay, inicia su crisis ya por 1800, que se hace definitiva en la época revolucionaria que se extiende desde 1810 a 1830. Particularmente la incorporación a los ejércitos de las castas inferiores, y la quiebra del viejo sistema colonial, maduran rápidamente la sociedad, ahora uruguaya. Los libertos primeros, y pronto los esclavos, tomarán las armas, ingresarán en los oficios, adquirirán conciencia de sus derechos, y se incorporarán a la nueva sociedad.

La ideología demoliberal y la legislación positiva abolicionista,
registran ese hecho.

El sistema de castas, herencia colonial, que por lo demás nunca fue particularmente arraigado en la zona, hace lugar a una sociedad capitalista de clases sociales abiertas, incipiente y precoz en la década de los años 40 del siglo pasado. En definitiva la revolución política de la Independencia, ha incluido una revolución en la
sociedad (4).

Posiblemente es la primera sociedad nacional americana que en la historia de estos países ha alcanzado a estructurarse en esta forma, y este hecho tiene efectos sociológicos capitales que llegan a nuestros días y explican muchas de las características especiales que posee el Uruguay contemporáneo.

La evolución del grupo afro-uruguayo de 1853 a nuestros días
participa de las líneas generales de la sociedad clasista uruguaya, donde las clases se organizan de acuerdo al control de los medios económicos de producción y con independencia de un « color-line », o de cualquier otro criterio de separación de castas o estamentos.

El tránsito se ha debido en primer término a factores de tipo
económico y social de gravitación internacional, pero los afro- uruguayos han demostrado en la contingencia histórica un rápido poder de adaptación a las nuevas condiciones, sin que por ello pierdan absolutamente su legado cultural, que aportan a la nueva sociedad nacional del Uruguay.

Fuente: Los Afro-uruguayos de Rama Carlos M. Los Afro-uruguayos. In: Cahiers du monde hispanique et luso-brésilien, n°11, 1968. pp. 53-109.

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