Veredas

Un monumento histórico del Uruguay, la Basílica Nuestra Señora del Carmen, se está desmoronando lentamente

INVESTIgACCIONES. De nuestro viaje a Montevideo/Eduardo Mérica para DIARIO URUGUAY. Fotos: Antonella Mérica

iglesia de la aguada peligra ediliciamente

La tradicional visita que hacíamos hace años a la Iglesia del barrio, la volvimos a reiterar en nuestro último viaje a Montevideo (el jueves 21 de abril de 2016) y en un horario donde la celebración estaba ausente. Y nos llevamos una terrible sorpresa cuando vimos el estado interior que hoy se encuentra un Monumento histórico del Uruguay. Las imágenes proponen una reflexión para esta ocasión, que no termina acá ya que coordinamos una entrevista con el cura párroco para que nos cuente más a fondo el momento crucial que está atravesando un sitio memorable como éste.

iglesia de la aguada olvidada
LO QUE ERA ANTES NO ES HOY
Visitamos la Basílica Nuestra Señora del Carmen – Iglesia de La Aguada – declarado Monumento Histórico Nacional desde 1975, que se está desmoronando lentamente
Hubo una primera capilla con el mismo nombre en Agraciada y Rondeau, pero fue demolida en 1750 con las casas circundantes por hallarse en extramuros dentro del tiro de cañón.
La segunda capilla inaugurada en 1821 en la ubicación actual, fue sede de Asamblea Constituyente – al comienzo de la vida independiente – y fue tomada como cuartel durante el sitio a Montevideo en la Guerra Grande.
En 1891 se construyó en la misma ubicación el edificio de la nueva basílica. Su fachada neoclásica se concluyó a fines del siglo XIX con el porche de acceso enmarcado en esbeltos campanarios. La planta es de tipo basilical, alterando el modelo jesuítico. La culminación del espacio en el altar mayor se ve reforzada por la majestuosidad lograda en su diseño y materiales – mármoles, lapislázuli, ónix, bronce – acorde a su procedencia de los talleres de Lavagna (Génova).
Al realizarse el ensanche de la Av. Libertador, la fachada original debió ser demolida remplazándose por la proyectada por los Arqtos. E. Boix y Terra Arocena. Desaparecido el porche, las puertas quedaron en el plano frontal. La necesidad de un nuevo campanario, levantado en el costado sur, generó una asimetría que alteró el tipo.
Su inserción actual se caracteriza por una fuerte definición del plano de fachada, mientras que la menor altura del cuerpo lateral genera un vacío, comprometido por la medianera lindera. La elevada edificación de la Avenida torna ocasional su identificación a distancia, agregándose como uno de los mojones puntuales que la enfrentan.
chapa basílica de la Aguada 2016

DESPUÉS DE CASI DOS SIGLOS ESTÁ EN PELIGRO EL LUGAR DONDE LA HONORABLE ASAMBLEA GENERAL CONSTITUYENTE Y LEGISLATIVA DE NUESTRA NACIÓN TUVO SU SEDE


DETALLES DE LA BASILICA
Programa: Templo Católico.
Ubicación: Av. Del Libertador esquina Venezuela.
Autor: Arq. Emilio Turini (proyecto original). Arqtos. Elzeario Boix y Horacio Terra Arocena (fachada actual).
Fecha: 1891 (inauguración)


iglesia de la aguada se cae a pedazos 2016
LA HISTORIA QUE NADIE RESPETA
El tomo 4 de la colección Montevideo – Los Barrios de Aníbal Barrios Pintos Montevideo. LA AGUADA: VIEJA HISTORIA DE FUENTES; MODERNO CRECIMIENTO VERTICAL, cita a la Iglesia de la Aguada y a la importancia que tuvo en nuestra historia como lo señala una placa (ver foto) a la entrada de la gran Basílica.
“En la llamada “Quebrada de los Manantiales” los navíos se aprovisionaban de agua antes de emprender largas travesías. Pero también desde la plaza fuerte, que tenía ese mismo lugar para su abastecimiento, iban las carretas a los arenales de la Aguada, de donde traían la arena necesaria para construir las viviendas de material.
Otro núcleo poblado se fue formando entonces en torno de la Capilla del Carmen, fundada hacia 1793 por el presbítero Manuel Antonio Collantes en las proximidades de la esquina formada por la Avda. Rondeau y la calle Cerro Largo actuales. En 1812 ya había sido demolida por encontrarse bajo el tiro de cañón de la plaza.
En el conocido dibujo de 1794 de Fernando Brambila, pintor de la expedición Malaspina, aparece la fuente de la Aguada, Todavía subsiste, bajo la finca de la Avda Agraciada N” 1800 esquina Pozos del Rey. Dos fuentes más ha ubicado Walter Scaldaferro: una bajo la casa señalada con el N” 1234 bis de la calle La Paz, entre Cuareim y Yí, la que considera es la misma que fuera llamada Fuente de las Canarias, cuya agua era de primera calidad; la otra bajo la finca de la calle La Paz esq. Yí, determinada por el N” 1250. Según lo escribiera Francisco Acuña de Figueroa en su “Diario Histórico”, por el mes de abril de 1813, para hacer sentir la penuria de agua a los sitiados, los sitiadores de la plaza de Montevideo arrojaron piedras y animales muertos en las fuentes. Y aunque luego la ciudad y los navíos se siguieron surtiendo en ellas, hacia 1836 la de la Aguada de los Navíos estaba salobre y se había abandonado. En sus Inmediaciones prosperó la famosa Quinta de las Albahacas, situada en las proximidades de las calles Ejido, Cerro Largo y Miguelete, según el Dr. Domingo González.
Fue una de las principales abastecedoras de hortalizas y verduras para la ciudad y contó entre sus cultivadores a León Palleja, cuando éste era un desconocido peoncito. En la segunda Capilla de la Aguada, inaugurada en julio de 1821, se reunió desde el 16 de febrero al 22 de abril de 1829 el “Gobierno Provisorio y de la Representación Nacional”, cuando era Gobernador y Capitán General él brigadier José Rondeau. Allí, en el mismo predio que hoy ocupa la Basílica de Nuestra Señora del Carmen (Avda, Agraciada y Venezuela)se decretó la ley de creación del Escudo Nacional, el 14 de marzo de ese año.

iglesia de la aguada se cae a pedazos
La Aguada, ya constituída en centro de población considerable, conjuntamente con el Cordón fue incorporada a la Ciudad Nueva el 31 de diciembre de 1861, para que disfrutara de las mejoras de higiene y policía con que contaba aquélla. En 1882, en la que fuera quinta de Guerra, nació el Internato Normal de Señoritas, cuya dirección fue confiada a la maestra “vareliana” María Stagnero de Munar.

Tres generaciones de la familia Batlle dieron tradición social a la Aguada. El primero en instalarse en ella fue el emigrado catalán José Batlle y Carrió, que llegó en 1800 a Montevideo. Seis años después compra al Dr. Mateo Magariños su Molino de la Aguada, ubicado en un amplio solar entre las actuales calles Yaguarón, Pozos del Rey y Agraciada, molino que fue arrasado durante los dos sitios de los patriotas. En Asunción esq. Yaguarón nació uno de sus hijos, Lorenzo Batlle, que con el grado de general llegaría a ocupar la presidencia de la República; en otro edificio de posterior construcción, situado en Yaguarón y Lima, inició su existencia su nieto, José Batlle y Ordóñez, ligado por medio siglo de vida política a uno de los más trascendentes períodos del desarrollo nacional.

El famoso asiento del Quinto de
Cazadores, baluarte de Máximo Santos, antiguo Cuartel llamado de Bastarrica, desapareció de su ubicación en Agraciada y La Paz cuando comenzó la rectificación de aquélla, determinada por la ley de 19 de junio de 1928. En la zona donde en 1888 recibiera el bautismo de fuego el Cuerpo de Bomberos al producirse el incendio del molino “San Luis”, situado frente a la iglesia de la Aguada, entonces en construcción, ha brotado orillando la majestuosa Diagonal Agraciada una selva de empinados y macizos edificios. Sin duda, el edificio más monumental y hermoso de cuantos se levantan en la zona es el Palacio Legislativo, construido sobre el predio de la que fuera plaza General Flores e inaugurado en ceremonia solemne el 25 de agosto de 1925.

En la Aguada, en una casa de la calle Agraciada No 26 (actualmente Agraciada casi La Paz) nació el 17 de enero de 1875 Florencio Sánchez, y en otra de la calle Nueva York al 1415 vivió en sus últimos años Gerardo Matos Rodríguez, el autor del más famoso de los tangos, “La Cumparsita”.

Hoy, en la llamada Universidad Femenina, creada en 1912, hoy Instituto José Batlle y Ordóñez, en el no menos importante edificio del colegio y liceo “Sagrada Familia”, en el Instituto “Héctor Miranda” y en el liceo No 17, se cultiva y se moldea el espíritu de los jóvenes. Y a partir del auge edilicio surgen residencias de gran porte, importantes cuerpos de apartamentos
como los construidos por la empresa Lamaro, dilatadas sedes de instituciones públicas, grandes locales comerciales.

Un tránsito febril, con sonoro ritmo vial, es hoy la realidad di
námica de aquella zona arenosa, llena de sangradores y barrancos, que oteaba con humildad las oscuras murallas de la Plaza Fuerte.

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