COPA OFI. EDITORIAL. Pablo Campiglia para FUTBOL URUGUAYOUY| 28.4.2014 |13:18h.
Confieso que me fui del Estadio Dickinson – al que vi repleto por segunda vez en mi vida – masticando la bronca y con mucho dolor.
Estaba ilusionado con relatar el título del Interior. Estaba convencido que esta vez todo se había hecho como para lograrlo.
Los 90 minutos, por errores propios, virtudes del rival y el infaltable arbitraje con perjuicio a los intereses salteños, me privaron de ello.
Desde el primer día creí en este proceso y a pesar de haber perdido el partido final, sigo creyendo.
Ésta es “mi selección” a pesar de no ser salteño de nacimiento, como lo es la de Marcinho y Fiordelmondo, jugadores tampoco nacidos en esa tierra pero que la defendieron y sienten el mismo dolor que yo.
Por eso anoche al dolor de la final perdida le agregué la bronca de ver algunos colegas salteños con una sonrisa inocultable por este triste episodio.
Dije: ¿que sentido tiene venir a trabajar queriendo ver tu camiseta perder y disfrutar con eso?
El mismo sentido que tiene pensar que esta selección era un proyecto político, el de acusarnos de serviles de determinado sector partidario, en fin…vergüenza ajena.
Rescato un grupo que se comportó en todo momento como profesional, desde el lejano diciembre de 2013 hasta anoche. Jugadores, cuerpo técnico, colaboradores y los dirigentes que decidieron apostar y lo hicieron con enorme seriedad.
Me siento eternamente agradecido por el trato que me dispensaron todos, siento al igual que mis compañeros la satisfacción del deber periodístico cumplido.
El fútbol es así, a veces nos hace celebrar y en otras mirar como se llevan el trofeo.
En 15 días regresaremos al aire de la radio deportiva de Salto, para seguir por esta senda de demostrar el porqué del liderazgo en audiencia.
PABLO CAMPIGLIA —