Artes y Cultura

«Los disfrazados indios charrúas que aún continúan engañando a otros grupos verdaderos de indígenas de nuestra América»

LOS CHARRUAS DE PICERNO. Desde su Facebook Eduardo Picerno.

 

Es lamentable esta situación en la Patagonia Argentina y que este tema aún se discuta en la era de los derechos humanos.

En Uruguay ha pasado algo peor aún, porque el Genocidio sufrido por los charrúas entre 1831 y 1834 fue total, exterminio de personas y distribución de las mujeres y niños en diferentes estratos de la sociedad. Así nunca más se pudieron unir un hombre y una mujer charrúas para perpetuar la etnia.

Se borró todo, las vidas, las familias, la lengua, la cultura. Genocidio, etnocidio, culturicidio y linguicidio. Los antropólogos han sido protagonistas de violación de tumbas y vilipendio del cadáver (o restos mortales) de Vaimaca Perú que pudimos repatriar de Francia después de 180 años de estar exhibido colgado de un hierro en el Museo del Hombre en París. El tema se ocultó y se sigue ocultando, y peor aún se niega que haya existido por determinados políticos uruguayos.

En particular hemos recopilado toda la documentación auténtica que denuncia en reiterados documentos manuscritos y autenticados el genocidio perpetrado por el primer presidente del país el Gral. Fructuoso Rivera y su Ejército.

Pero esta obra de 200 documentos no han querido que se distribuyera, ha quedado en la Biblioteca Nacional de Uruguay, el resto de la población actual de Uruguay no ha tenido posibilidad de acceder a la misma.
Para empeorar la situación surgió un grupo de supuestos descendientes de charrúas invocando ser «charrúas verdaderos» y autoproclamándose como el «Consejo de la Nación Charrúa», dando conferencias y llevando a engaño al Gobierno y a parte de la ingenuidad de los pobladores actuales.

También han gozado de prebendas como viajes al exterior y otras, porque el Estado inocentemente ha creído que eran charrúas que reclamaban derechos.Todo esto ha sido puesto en evidencia por el recientemente formado Instituto Uruguayo de Investigaciones documentales charrúas, que ha logrado que estas personas hayan sido desenmascaradas.

Esta farsa ha sido encabezada por dos personas, Mónica Michelena y Martín Delgado,(disfrazados de indios en sus apariciones), que aún continúan engañando a otros grupos verdaderos de indígenas de nuestra América, haciéndose pasar por verdaderos charrúas, y queriendo concentrar en sí mismos un pretender proclamarse como Consejo de esa Nación, que no existe desde hace 180 años. La única luz en todo esto es la obra del Licenciado Eduardo Picerno García llamada «El genocidio de la Población Charrúa», que es negada por el Estado y también por este grupito de supuestos fraudulentos charrúas, ya que en dicha obra queda demostrado absolutamente la inexistencia de ningún sobreviviente charrúa y la pérdida de esa cultura, lenguaje y tradiciones.

Y este es el más grande impedimento para que el Uruguay y el mundo puedan enterarse de la verdad de lo sucedido. Y es un derecho humano el saber y conocer la verdad de su pasado, recordarlo y venerarlo. Y eso está impedido en el Uruguay actual…

En la foto: Mónica Michelena, integrante del Consejo de Gobierno de la CII, y Asesora en Asuntos Indígenas de la Unidad Étnica Racial l de la Cancillería uruguaya

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