RECIBIMOS Y PUBLICAMOS en Diario Uruguay
Estimado Eduardo:
En lo personal me considero un viejo seguidor de sus blogs (hechalamerica, laofitotal, etc) y desde hace dos años de diariouruguay.com, por lo cual, más allá de nunca habernos visto la cara ni estrecharnos la mano, dé por hecho que lo considero un amigo.
Un amigo con el cual compartimos sueños (de los posibles, de los imposibles y algunos sueños de locos), opiniones y en algunas ocasiones homenajeando a una verdadera y sólida amistad disentimos en una opinión. Pero he aquí lo hermoso de pasar por este mundo: pretender dejar una estela detrás de nuestro camino de lucha por mejorar y engrandecer todos los aspectos vinculados a nuestro fútbol.
Soy pleno conocedor de sus años de amistad con Ricardo (Piñeyro), el cual me ha contado algunas anécdotas de años pasados.
Para su conocimiento me gustaría comentarle que soy descendiente de Casto Martínez Laguarda, un casi ignorado, que fue el responsaqble de la participación de Uruguay en las olimpíadas del 24, llamado el adelantado, dado que viajó varios meses antes a coordinar partidos amistosos y poder solventar los gastos de la participación.
Mi Abuelo Enrique Laguarda fue fundador de la OFI (Organización del Fútbol del Interior) siendo presidente de la Liga Helvética, y posteriormente fue presidente de la Liga de Dolores.
Mi padre Enrique Laguarda fue varias veces presidente de Río Negro de San José y debido a que vive en Maldonado fue dirigente de Libertad de San Carlos.
Por lo cual, aunque no he aprendido mucho, 3 generaciones que me precedieron han pretendido inculcarme los valores de responsabilidad, ética, moral y deportividad con los cuales se debe participar en el fútbol. No participar de camarillas, engaños, ni sacar réditos personales.
Primero se debe trabajar por el fútbol, engrandecerlo, mejorarlo y erradicar a los personajes con espúreos intereses que son los más y que florecen a diario impidiendo que los verdaderos hombres con buenas intenciones se retiren a sus hogares para no ser cómplices de los sinvergüenzas que nos gobiernan en el fútbol.
Los mejores dirigentes, ejemplo de trabajo y dedicación se encuentran en sus casas, no pudiendo enseñar como se es un dirigente. Y así día a día, nuestro querido fútbol se va transformando en chacritas de menor valor.
Hoy en día ser campeón no adquiere el valor real si observamos la cantidad de sucesos desgraciados que ocurren en cada competición.
Hoy todos lloran por lo que no consiguen, pero nada hicieron por crecer; buscan el camino corto, fácil y oscuro.
Don Eduardo, le solicito disculpas por lo extenso de un comentario, que vaya uno a saber si le interesa, pero es mi deber de que Ud. sepa con quién está hablando. Mi espíritu es demasiado grande como para que los pequeños demonios lo corrompan. Un luchador que puede cansarse pero a veces encuentra ángeles que le inyectan vitalidad para seguir adelante.
Siempre estaré a las órdenes para quien quiera escuchar.
Un afectuoso abrazo
Gastón (Enrique Gastón Laguarda Ciriani)