En Melo, el Congreso elector de la Organización del Fútbol del Interior, no sabe a quién votó

 
68º CONGRESO ELECTORAL OFI.Desde Melo Eduardo Mérica para FUTBOLURUGUAYO.UY. 22.9.2014 |08:08.10h.

En Melo, la mayoría de la dirigencia chacarera volvió a cometer gruesos errores al elegir a su nuevo presidente, el maragato Gustavo Bares, que aprovechó para ganar cómodamente.

Si ya está de vuelta a su pago, por ahí, le pasó idnavertido, pero son de esos detalles que marcan momentos, situaciones…
La Organización del Fútbol del Interior, sigue esperando por un dirigente que plante las raíces de su identidad, para salir a la cancha como en los buenos viejos tiempos: caminando, mirando desafiante a la Asociación Uruguaya de Fútbol, buscando esa fuerza interior que son su leyenda.
Escuchando el himno atentamente, fuertemente abrazados, dándose manija, como lo hacían los dirigentes capitaneados por el profesor Carlos W. Cigliuti en su momento. Detalles, no.
La OFI, -sigue ausente de su poder- por eso hoy más que nunca insistimos en buscar en el arcón de los recuerdos queridos para intentar ahuyentar las dudas que ya se presentan al final de otro acto electoral. Que se expresan en la cancha política con errores infantiles, hasta descuidos tan obvios que no serían permitidos en un gobierno dirigido por los cofundadores de la OFI. O el casi suicidio de dejar continuamente al organismo (OFI) futbolero ante un rival (AUF) que hizo y hace del contraataque su himno de guerra en el fútbol uruguayo. Demasiado para pensar que son sólo cuestiones del momento o una mala tarde. No. No es eso. Lo hemos visto y lo hemos escrito. Hay algo más profundo que está carcomiendo la base misma de la Organización del Fútbol del Interior. Por eso la búsqueda del análisis debe pasar por otros senderos. Más profundos, como la filosofía de un conjunto, por caso.
Si uno está en la Organización del Fútbol del Interior, donde los elegidos dirigentes ya no se forman con verdaderos legiones de dirigentes, se debe pensar que el primer problema a resolver es darle una estructura simple y ágil a un Ejecutivo que tendrá escasas prácticas para poder mecanizar movimientos. Al menos, hasta tenerlos un plazo prolongado en la OFI, no importando el lugar ni el cargo que el mismo ocupe. Mientras no ocurra eso (que se seleccione bien a los dirigentes) es casi imposible pedir una exacta coordinación para que se gobierne a la OFI como tienen que gobernarla.
Acá llegamos a otro punto fundamental para el análisis, que no es el rápido y simple de comentar y enmendar. Pasaron cosas que no pueden seguir pasando. Entonces, todos son responsables y todos se tienen que ir. Porque la dirección que se intente en la OFI, de aquí en más, sea cual fuere, debe salir del convencimiento y la seguridad de una sola cabeza que la diagrame.
Así se logrará transmitir claramente una idea y que los dirigentes que lleguen estén convencidos que es la mejor y que con ella pueden ganar espacios para todo el fútbol chacarero.
Todo pasa por las mismas cuestiones de siempre: saber a quién elegir y por qué.
Allí nace la fortaleza de un Ejecutivo y su propia identidad.
Estamos regresando de Melo mirando que ya no hay dirigentes que se den manija. Ni aquellos que quieren hacer tanto que no hacen nada. Habrá más desorganización, más desesperación por tacklear a todos, cometiendo el peor de los pecados en una lucha política: no pensar. Pero también, son pobres para pensar…
Seguirán siendo agresivos para adentro y no para afuera para poder defender sus intereses ante la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Seguirán manejando todo en la OFI sobradamente, y la facilidad, nombrando dirigentes bastará.
Van de mal en peor, porque la desesperación es terrible compañera.
Repiten errores y eso siete días y tres años después es más grave aún.
El Congreso elector de la Organización del Fútbol del Interior confirmó como presidente a un dirigente que no es ajeno al pasado.
El partido, aunque muchos no lo vean, se está jugando. Y es el mismo de siempre… Encontrar nuestra propia identidad ahora, será lo que lleve a la victoria de mañana a su apegado fútbol del interior.