LA GASTRONOMÍA DE RAMON MÉRICA.
El regreso de un clásico del Centro
Hace casi 50 años que Gustavo Ibarra se convirtió en planchero. Fue cuando el bar El Luzón abrió por primera vez, allá por 1966. Por estos días, incontables chivitos, gramajos y milanesas más tarde, Ibarra combina el mismo entusiasmo de antaño con nuevas energías relanzando un clásico del Centro Montevideano que recibió este 2016 con nuevos dueños.
En el mismo local por el que pasaron desde Julio César Castro “Juceca”, Eduardo Darnauchans, los periodistas de El País y del ya extinto El Día hasta Ramón Mérica —quien le enseñó a Ibarra los secretos del gramajo, admite—, ahora las paredes están impecablemente pintadas y la barra se modernizó. “Pero la propuesta que se busca hacer es la misma de siempre”, aclara. En lo gastronómico, el concepto es ofrecer comida criolla, porciones grandes y tener un plato distinto para cada día. “Todo lo que sale acá es abundante, desde los churrascos y las milanesas hasta los platos de olla”. Para todos los platos del día, aunque la opción varía el precio siempre ronda los 200 pesos.
El secreto del éxito, dice Ibarra, es que todo lo que sale de su plancha se elabora en el momento y que la carne que se utiliza es siempre entrecot, sea para chivito, milanesas o churrascos. De la cocina, recomienda la ternera al horno y la buseca. Pero uno de los tesoros del Luzón es la feijoada, con la receta original brasileña. Además, todo lo que allí se ofrece es casero, empezando por el pan que recibe al comensal.
A lo largo de los años, también se hicieron famosos sus postres, que siguen al firme en la carta del nuevo Luzón. Uno de los más pedidos es el Martín Fierro, con queso dambo o cuartirolo y dulce membrillo. Pero también salen mucho los flanes, siempre caseros.
Clásico punto de encuentro de actores, músicos y periodistas El Luzón se caracteriza por ser un espacio abierto, donde la charla se extiende, la mayoría de las veces, hasta altas horas de la madrugada. A ese espíritu de ayer, hoy y siempre, los nuevos dueños apuestan a sumar las mañanas, con una propuesta de desayunos desde las nueve. Además, la nueva etapa también prevé posicionar al lugar como sede de eventos musicales y literarios, aprovechando la impronta cultural que más de 50 años de historia avalan.
Dirección: Yaguarón 1422.
Teléfono: 2901 5606.
Fuente: El País